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Su Vida
Andrei Tarkovsky nació el 4 de abril de 1932, en el pueblo de Zavrazhye,
sobre el Volga. Su padre, Arseny, era poeta, aunque su obra no se había
publicado (Andrei leerá sus poemas en varias de sus películas).
Tal vez por influencia de su padre él haya considerado siempre que el cine
era poesía. Arseny trabajó como traductor. Su madre, María
Vishniakova, era editora de la casa más importante de Moscú.
Sus padres se separaron cuando él tenía 4 años. Su padre
se casó nuevamente. Su madre no, y se dedicó a trabajar y a criar
a sus hijos. Era una mujer de gran temperamento, muy fuerte. Tarkovsky dice que
creció en un hogar profundamente matriarcal (con su abuela, su madre, su
hermana). Durante la segunda guerra, Andrei esperaba casi angustiadamente
que la guerra terminara para devolverle a su padre. Terminó el colegio
en 1951 y entró al Instituto de Estudios Orientales, pero se desanimó
por la cantidad de años que llevaban los estudios. Llegó sólo
al segundo año, pero siempre continuó leyendo sobre filosofía
y religiones orientales. Una gran influencia en su carrera fue su maestro, el
director Mikhail Romm. Era la clase de persona que incitaba a sus alumnos a pensar
por sí mismos, porque decía que no se podía enseñar
a ser un director. Se convenció del talento de Andrei y lo apoyó
siempre hasta su muerte en 1971. Andrei Tarkovsky abandonó a su
primera esposa e hijo (Arseny, nacido en 1962), y se volvió a casar
en 1970 con Larissa Pavlovna Yegorkina. Su primera esposa, Irma, era muy parecida
a su madre. Al principio, su segunda esposa fue muy contenedora, tanto que pasó
a ser controladora. Discutían mucho. Nació su hijo Andrei. Básicamente
negó a su hijo anterior, Arseny. Su segunda esposa, Larissa, aún
después de su muerte ejerció un total control sobre todo lo relativo
a Tarkovsky, incluida su biografía. Su relación con su madre y su
esposa se ve reflejada en todas sus películas. Allí, la sexualidad
femenina se vuelve a veces amenazante (Hari en Solaris), o histérica (Adelaida
en El Sacrificio). Las mujeres aparecen bajo una luz positiva sólo en el
rol de madres contenedoras o de esposas sumisas y devotas (la esposa del stalker
o guía rastreador en la película Stalker también presentada
bajo el título La Zona). Cuando Tarkovsky terminó de filmar
Nostalgia, pidió permiso para seguir filmando en Occidente, pero la autorización
no llegó. Entonces llamó a una conferencia de prensa en Italia,
en julio de 1984 y anunció su decisión de permanecer en Europa pero
aclaró que no era un disidente porque se sentía profundamente ruso,
sus motivos eran la libertad artística y la necesidad económica.
Se le negó desde la Unión Soviética la posibilidad de que
su hijo Andriosha se le uniera. Sus directores preferidos fueron Bergman,
Antonioni, Fellini, Dovzhenko, Kurosawa, Bunuel y Mizoguchi.
Su Arte y Pensamiento El artista nunca es libre, está
limitado por su don, su vocación, eso pensaba Tarkovsky. Sí puede
elegir entre realizar su talento al máximo o vender su alma por treinta
piezas de plata. Esto creo que resume su compromiso para consigo mismo y con la
sociedad. En el curso de su carrera en la URSS fue frecuentemente acusado de abstraerse
de la realidad. Dice Tarkovsky que nunca entendió esa acusación,
cree que todo ser humano es un producto de la realidad que lo rodea. Un artista
puede ser acusado de interpretar la realidad desde un punto de vista inaceptable
pero no es lo mismo decir eso que sostener que se abstrae de esa realidad. Es
lógico, su realidad es producto de una realidad mayor y él vuelca
en imágenes su vivencia. El arte afecta las emociones de una persona,
pero no su razón. La función del arte es modelar el alma humana
haciéndola receptiva al bien. Una gran obra es multifacética e indefinida
como la vida en sí misma. El autor no puede fiarse de que su obra haya
sido entendida de una manera en particular y de acuerdo a su propia percepción
de ella. Lo único que él puede hacer es presentar su propia imagen
del mundo para que la gente pueda verla a través de sus ojos, y llenarse
con sus sentimientos, dudas y pensamientos. Para él, el artista,
su obra y su público constituían una entidad indivisible, como un
organismo simple por el que corre la misma sangre. Destaca que en Rusia, entre
su audiencia se contaba gente sin una educación o conocimientos en particular.
Cree que la sensibilidad le es dada a la persona cuando nace y depende de su subsecuente
crecimiento espiritual. Creía que él era una partícula, un
fragmento de su patria y tradición cultural e histórica, y que por
eso, al expresar sus ideas sería entendido por sus semejantes (por ser
ellos también un fragmento de la misma tradición). El arte simboliza
nuestra propia existencia. Sostenía que la crisis espiritual genera
la necesidad de encontrarse a sí mismo. Es a través de ella que
la curación puede producirse. En El Sacrificio, el protagonista, Alexander,
es un hombre débil, pero honesto y pensante, capaz de autosacrificarse
por un ideal más alto. Alexander rompe las reglas del comportamiento socialmente
admitido como normal, sabe que pasará por tonto o loco, pero está
consciente de la Realidad Ultima de la cual él todavía cree que
depende el destino del mundo. Simbolismo Con respecto
al simbolismo, para Tarkovsky, que tenía gran rechazo por todo lo que fueran
rótulos, era un gran sin sentido hablar por ejemplo de "simbolismo en Bergman".
Para él, Bergman arribaba a una verdad espiritual sobre la vida humana,
simplemente a través de un naturalismo casi biológico. Incluso,
se ponía de muy mal humor cuando en las entrevistas con los críticos
o con la audiencia se le preguntaba por la recurrencia que él hacía
al agua, la tierra, el árbol, los iconos, etc., él sostenía
que lo que buscaba era abrir a la audiencia su propio mundo interno y que jamás
volcaría en su obra un contenido "sellado" simbólicamente. Lo que,
extrañamente no reconocía, a pesar de su gran conocimiento de filosofía,
religiones y arte, era que el ser humano cuando expresa sus propias realidades
internas espirituales, suele manifestarse en símbolos. Parece un contrasentido.
Sin embargo, hacia el final de su carrera, admite que El Sacrificio estaba abierto
a tantas interpretaciones como la audiencia deseara, más allá de
lo que él mismo intentaba decir en la película. Típica característica
del símbolo aunque no del todo admitida por él. La Música
Nunca consideró la música como un simple apéndice de
la imagen visual. Estaba convencido que debía usarse para producir una
distorsión en la percepción de la audiencia. Para inducir estados
anímicos, para hacer brotar emociones o apaciguarlas. El significado de
un objeto no cambia por la música, pero el objeto cambia de tonalidad por
la música. Debe ser un elemento esencial en la realización de un
concepto como un todo. Puede cambiar el tono emocional. Los sonidos de este mundo
son tan hermosos en sí mismos, que si sólo pudiéramos aprender
a escucharlos apropiadamente, el cine no tendría la necesidad de la música.
Por eso introduce, el canto de pájaros, el ladrido de perros, el sonido
del agua que corre, de la lluvia o simplemente de una canilla goteando, un trueno
o el sonido del viento. El Tiempo
Para Tarkovsky el Tiempo es un estado: "la flama en la cual vive la salamandra
del alma humana". Tiempo y memoria se funden uno en el otro. Son como dos caras
de una medalla. La memoria no puede existir sin el tiempo, pero la memoria es
algo tan complejo que todos sus atributos no pueden definir la totalidad de las
impresiones a través de las cuales nos afecta. Para él, la memoria
es un concepto espiritual. La causa y el efecto son mutuamente
dependientes, la conexión entre ambas, o sea la transición de un
estado a otro, es la forma en la que el Tiempo existe. Estaba muy cerca del concepto
japonés que sostiene que el tiempo ayuda a conocer la esencia de las cosas.
Para el japonés tiene un matiz especial lo añejo. A los signos de
vejez le dan el nombre de "saba", que significa "herrumbre". "Saba" es el sello
del tiempo, es un elemento de belleza y emana del nexo entre el arte y la naturaleza.
Podemos agregar a esto, la especial inclinación de Tarkovsky por las ruinas,
las paredes derruidas, enmohecidas, los muebles viejos y llenos de polvo, los
espejos con marcas de herrumbre. Arte y naturaleza van juntos. Para él,
la naturaleza es la fuente de todo, hay en ella una sacralidad que entra en empatía
con el espíritu. La naturaleza resume lo sacro. La función
del arte (cine) es ofrecer una visión espiritual. La sociedad está
desespiritualizada. La imagen es una impresión de la verdad, pero es una
verdad a la que se nos permite echar un vistazo en nuestra ceguera. La imagen
ofrece una observación precisa de la vida. Tarkovsky se vuelve hacia el
arte japonés nuevamente, al haiku. El lector del haiku es absorbido en
él como en la naturaleza, se sumerge, se pierde a sí mismo en sus
profundidades. Consciente o no, él trataba de producir el efecto haiku
en el nivel de la imagen. Creía que la imagen podía reflejar la
totalidad del universo, y que el cine era poesía echa imagen. Como si se
tratara de un microcosmos, de un mandala natural. Éste no es un cierto
significado expresado por el director sino un mundo entero reflejado como en una
gota de agua, es decir, ese microcosmos que contiene la totalidad de lo existente.
El
Sacrificio La idea de esta película llegó a él
aún antes de pensar en Nostalgia. Todo comenzó en la Unión
Soviética. El argumento giraba alrededor de un héroe, Alexander,
que era curado de cáncer terminal como resultado de una noche pasada con
una bruja. Siempre estuvo preocupado por la idea del equilibrio, de la armonía
interna, de la armonía del sacrificio en sí mismo, del acto sacrificial,
de la personalidad yin y yang, de lo femenino y lo masculino. Tarkovsky
creía que la "armonía" sólo podía nacer del sacrificio,
la doble dependencia del amor. Él dice que no se trata de amor mutuo, y
que eso nadie parece entenderlo. El amor sólo puede ser de un sólo
lado, no existen dos amores. De otra forma no es amor. Si involucra algo menos
que la entrega total, no es amor. Es nada. Podemos entonces interpretar que para
él, sacrificio y amor son una sola cosa. Estaba profundamente interesado
en el carácter de aquél que fuera capaz de sacrificarse a sí
mismo y su modo de vida. Si alguien fuera capaz de hacerlo, eso refutaría
todas las posturas materialistas y las acciones "racionales". Ese ser podría
cambiar la historia, el tiempo y el espacio. Vean aquí también su
respuesta a la situación política de su patria, el materialismo,
la desacralización, la noción de que es la razón únicamente
la que da respuestas a los cuestionamientos de la vida. Por eso
quiso hacer una película sobre un hombre cuya dependencia de los otros
lo llevara a la independencia y donde el amor fuera a la vez "absoluta libertad".
La idea tomaba más fuerza en tanto se convencía de la desespiritualización
del hombre y su tendencia a la materialización. Ese hombre debería,
en medio de su crisis espiritual, encontrar el camino hacia Dios. A medida que
se acercara a ese estado, eso lo llevaría a darse cuenta que también
era responsable por la sociedad toda. Ese era el paso que lo transformaría
en un sacrificio, en el sentido cristiano del término. Su película
El Sacrificio es una parábola. Los eventos que contiene pueden ser interpretados
en más de una forma (esto lo dice él mismo). La primera
versión se llamó La Bruja. Alexander abre la puerta un día
y se encuentra con un adivino (Otto), que le instruye en el modo de salvar su
vida. Tarkovsky, a medida que meditaba sobre el sacrificio y su sentido, fue modificando
el guión hasta adecuarlo y mezclar ambos relatos. Esto, según la
mayoría de los críticos creó una película confusa
e incoherente. A esto nos vemos obligados a agregar que si esos críticos
conocieran un poco mejor la tradición del cristianismo oriental y del judeocristianismo
en general, no verían tantas incongruencias. Sostenemos que la incoherencia
que se le atribuye es debida a la falta de apertura e incomprensión de
realidades de orden espiritual, posiblemente por la ausencia de la vivencia de
las mismas. La película se hizo en Suecia, en 1985. A pesar de haber sido
una película sueca es en esencia "rusa". Tarkovsky buscó un paisaje
lo más parecido al ruso y los personajes son rusos en su formación
artística. El protagonista, Alexander, llega a la conclusión
de la vacuidad del lenguaje humano. La palabra perdía su misterio y magia,
todo se volvía chato y vacío de sentido. Se vuelve a Dios, hace
un voto y quema todas su naves para no retroceder. Se aleja de lo que más
ama, su hijo. Las palabras han perdido sentido en el mundo de hoy y se necesitan
acciones. La primera y la última escena, el riego del árbol,
representan un símbolo de fe y constituyen los dos puntos más altos
entre los cuales de despliegan los acontecimientos en intensidad creciente. La
frase que caracteriza ambas escenas pertenecen al Evangelio de Juan: “En
el principio era el Verbo pero tú eres mudo como un pez”, dice Alexander
acompañado del “Hombrecito” (como llamaba a su hijo). En la
última escena, ya posterior a su silencio que es su sacrificio, es su hijo,
silente durante toda la película, quien dice: “En el Principio era
el Verbo ¿por qué papá?”. Nosotros interpretamos esta
escena como una metáfora de la encarnación, en la que el Padre (Dios)
se llama a silencio cuando el Logos, su Hijo, se manifiesta. María,
la "bruja", es la antítesis de la esposa de Alexander, Adelaida. Adelaida
es una mujer sin capacidad para salir de sí misma y entender el mundo de
los demás. Se preocupa por ella, ni siquiera hay un gesto de cariño
hacia su hijo, salvo en una ocasión. Su mundo gira alrededor de sí
misma y sus frustraciones, sin responsabilizarse por su propia vida, prefiere
culpar a Alexander del derrotero que su matrimonio tomó. Tanto Adelaida
como su hija Marta son superficiales, María en cambio es sencilla y profunda.
Adelaida es un espejo de Larissa, la esposa de Tarkovsky. María parece
un ser opaco, pero está llena de amor, y eso es lo que ve Alexander, y
cree que ese amor es un don de Dios, y que ese será el milagro que lo transformará.
"En el principio era el Verbo, pero tú eres mudo como un pez" (simbolismo
cristiano), le dice Alexander a su hijo. El niño escucha en silencio. Luego,
cuando las terribles noticias de un ataque nuclear se conocen, Alexander hace
su sacrificio: voto de silencio y dormir con María. Cada personaje es especial.
Otto, es un personaje enigmático y complejo, tenía el don de la
adivinación, es un mensajero, coleccionaba acontecimientos curiosos. Nadie
sabía cómo llegó Otto a ese lugar. Para el "Hombrecito",
como para María, el mundo está lleno de maravillas inefables porque
ambos se mueven en otro plano, en el de la Imaginación. Perciben la realidad
con los ojos del corazón, de la intuición. Es lo que en muchos lugares
y en Rusia se conoce como la marca del "tonto bendito". El "Hombrecito" mudo representa
la versión joven del hijo de Tarkovsky, Andriosha, que se vio obligado
a dejar atrás. Su hijo, luego de la muerte de su padre dijo en una entrevista
que el "Hombrecito" era él, y que la casa y personajes estaban basados
en la vida real. Recordaba largos paseos con su padre y conversaciones interesantes
que no siempre podía comprender. Para Tarkovsky, hay una división
en nuestro mundo entre bien y mal, entre espiritualidad y pragmatismo. El mundo
actual está construido sobre la base de leyes materiales. El hombre
ya no cree en el espíritu y repudia a Dios, perdió el sentido de
lo divino, lo sacro, de percibir la naturaleza como fuente de sacralidad.
La película fue auspiciada por el Instituto de Cine Sueco. Como dijimos
antes, Tarkovsky acordó hacer La Bruja, en la que veríamos una
parábola del sacrificio y la regeneración espiritual expresada en
la imagen de una mujer. Agregamos que es la primera vez que la mujer juega un
rol semejante en su obra. Los roles principales siempre fueron masculinos, las
relaciones de todo tipo se dan entre hombres, la mujer tendía a ser una
imagen secundaria y no se involucraba en los procesos de crisis. Tarkovsky las
mostraba instaladas en su problemática, si la tenían, pero nunca
había en ellas un cuestionamiento interno que las impulsara a salir o a
superar las crisis. Parecían cómodas en sus roles o resignadas.
Es el hombre el que siempre tiende a crecer y trascender. Pero El Sacrificio rompe
este esquema, Tarkovsky sabía que tenía cáncer y estaba por
morir. Lentamente, ésta, su última obra, fue quizás el instrumento
que le permitió realizar en sí mismo la reconciliación de
aquellos opuestos de los que tanto hablaba pero que en el fondo de su ser no lograba
integrar. Por eso, en la figura de María, cambia su concepción del
opuesto femenino. ¿reconciliación con su ánima?.
Decíamos antes que, según los comentaristas, al mezclar las
dos historias, el resultado fue confuso y que no tenía sentido porque había
un doble sacrificio: 1. Cuando Alexander hace su voto de silencio y quema
sus pertenencias. 2. Cuando duerme con María. Sostienen que
hay una falta de coherencia filosófica que en definitiva perjudicó
la película. En realidad, no es así. No hay un doble sacrificio,
sólo dos momentos del mismo. La figura de María, como su nombre
lo indica, pertenece en realidad a un contexto cristiano y representa el aspecto
oculto de la Sabiduría de Dios, la Sabiduría o Sofía es aquella
que aparece como la Negra, la oscura y velada, es la Sulamita del Cantar de los
Cantares. El encuentro con María es un sacrificio en el sentido
literal del término "sacrum facere" o sea, "hacer sagrado (separado)",
"consagrar". El aspecto femenino del principio último aparece como su Sabiduría,
porque es María quien lo acuna y lo nutre. En las tradiciones paganas también
está presente, y simboliza la fuerza o energía que lleva a un héroe,
un dios o un hombre a trascenderse a sí mismo. Es el aspecto de la transformación,
es la que convierte lo que está degradándose en algo de lo que puede
surgir la vida, algo nuevo, un estado del ser renacido. Por eso, María,
no es la bruja en el sentido medieval inquisidor del término, sino en su
acepción literal, la "bruja" significa "la que conoce, la que tiene sabiduría".
Hay una interacción entre el mundo interno y externo del héroe,
y entre el sueño, la memoria y la realidad. Hay elementos "mágicos"
en la figura de Otto, del hijo de Alexander y en María en particular. Alexander
parece ser un vocero de las ideas y preocupaciones del propio Tarkovsky, cuando
habla del materialismo y la falta de espiritualidad, de la ausencia de contenido
del lenguaje especialmente. Por eso tienen tanta fuerza las imágenes.
El personaje del "Hombrecito" es el depositario del amor de Alexander, de
su fe y esperanza. El sacrificio de Alexander alcanza su sentido a través
de su hijo y al final el silencio del padre adquiere su máximo sentido
y alcanza su fuerza en las palabras del hijo. Los únicos que muestran real
afecto por él son María y su hijo. Otto también, pero es
una figura especial, tiene reacciones extrañas, sale por una ventana en
lugar de hacerlo por la puerta, cae en estados de trance, sale de ellos como si
nada hubiera pasado, es adivino, trae mensajes, es casi un "angelos", un ángel,
un mensajero en el sentido literal del término. María es claramente
una figura sobrenatural, iluminada por una luz especial, es humilde, protectora,
reticente y bíblica. Tiene una gran compasión. El encuentro entre
ella y Alexander es de espíritus, no de cuerpos. Aspecto éste mal
comprendido por los críticos. Casi no hay diferencia entre sueño
y realidad, entre lo concreto y la alucinación. Todo tienen un aura ambigua.
Tarkovsky revela una película que es al mismo tiempo real e irreal, lo
muestra en imágenes que están en color y en blanco y negro casi
simultáneamente. Si hay un sueño en la película ¿cuándo
empieza?. La ambigüedad parece ser deliberada. Otto le dice a Alexander que
debe dormir con una "bruja en el mejor de los sentidos", y que luego las cosas
serán como antes. Le está diciendo que se anulará el tiempo,
que retrocederá a momentos previos. ¿De dónde proviene el
poder para deshacer los hechos? Además, vemos que María
vive, según dice Otto: "Detrás de la Iglesia que ahora está
cerrada". Esto podría ser un alusión al paganismo, muy vivo en las
zonas campesinas de Rusia o también a un contexto judeocristiano, donde
se pone en evidencia el "exilio" de la Sabiduría (Cantar de los Cantares
y los Salmos). Por otro, como decíamos antes, en la Unión Soviética,
el hecho de que la Iglesia estuviera cerrada no era extraño (esto demuestra
que aunque la película se haya filmado en Suecia y que aunque no haya referencias
al lugar en donde transcurre, el paisaje es lo más parecido al ruso y refleja
un contexto de creencias rusas sometidas a un régimen soviético).
Otro elemento que debemos agregar aquí, son las corrientes de pensamiento
rusas que sacralizan la tierra y los elementos en la creencia en que Dios está
en todas las cosas. Hablamos de la Sofiología, la línea filosófico-religiosa
que sostiene la presencia de la Sabiduría de Dios en el cosmos, especialmente
en la tierra. De otra forma ¿cómo podría un voto
a Dios ser cumplido a partir de un encuentro “sexual” con una bruja?
Aún cuando la palabra no tenga una connotación negativa. Tarkovsky
dice que todo se debe a la Misericordia de Dios, y en la película él
le atribuye a María una gran misericordia y amor. Por otro lado, la asocia
con el simbolismo cristiano: la oveja y el crucifijo en la pared de su habitación.
Cuando Alexander le pide dormir con ella para salvar al mundo, ella no entiende,
parece una mujer simple, buena, pía, lo que la mueve a consolarlo es su
gran compasión. Sofía o Sabiduría, en la tradición,
es la que guía y abre el camino a los héroes. Luego, Alexander simplemente
va a su casa, se acuesta a dormir y tiene un sueño en el que vuela sobre
una ciudad. Tiene dos visiones del desastre, uno como consecuencia de la caída
en que su hijo se arroja sobre él y se golpea la cabeza. Luego cuando sueña
en el sofá y Adelaida le dice: "es sólo un sueño". Esto agrega
una dimensión aún más compleja. El "sueño" o "realidad
alterna" parecer terminar aquí, con la restauración del color y
Alexander despertando en el sofá, pero es imposible identificar exactamente
el momento en el que empieza el sueño. La electricidad que se había
cortado, volvió, nadie recuerda nada. Alexander había apagado el
equipo de audio en donde se escuchaba la música de la flauta japonesa Shakujachi
para bajar a ver las noticias en la televisión, pero al despertar la música
se está oyendo, lo que quiere decir que no bajó a escuchar noticias,
tal vez porque se anuló ese tiempo y ya no hay noticias malas que escuchar.
Tal vez porque su sacrificio, su dormir con María tuvo consecuencias positivas.
El personaje de Alexander, con su interés por la filosofía,
religiones y música oriental refleja el propio interés de Tarkovsky.
Es claramente una película autobiográfica. La más lineal
de sus películas. En sus últimos años, Tarkovsky se volvió
al estudio de la Biblia pero estaba fascinado también con todo fenómeno
paranormal porque para él era parte de una realidad multifacética.
Que Alexander usara un kimono con el símbolo del Yin y del Yang refleja
la preocupación de Tarkovsky por la armonía y el equilibrio de los
opuestos, lo masculino y lo femenino, entre otros. Ambos veían en el mundo
la desarmonía entre el mundo material y el espiritual (que aparece representado
en las películas por la naturaleza). Alexander expresa también el
interés por la iconografía rusa (otro de los intereses de Tarkovsky)
y por las pinturas de Leonardo, así por como la tecnología destruía
la cultura y la espiritualidad. Es evidente que Tarkovsky cargó al personaje
con sus propios dilemas internos, tanto filosóficos como morales y estrictamente
personales. Posiblemente lo que Tarkovsky haya buscado es que la audiencia
crea y no crea al mismo tiempo, como una manera de desestructurarse, para romper
el andamiaje lógico racional de los eventos que son incompatibles, y que
no son realidad pero tampoco un sueño. Intenta que la audiencia “vivencie”
más que analizar el film y responda a los acontecimientos desde una percepción
más cercana a la ensoñación que a la lógica. La respuesta
no es A o B, sino A y B. Veamos esto: en realidad, el núcleo de
su obra toda parece ser la constante oposición entre dos mundos, uno externo,
materialista, histórico, violento, destructivo, "real"; y otro interno,
espiritual, atemporal, pacífico, esperanzado y que adquiere casi siempre
una cualidad trascendente por medio del recurso del sueño, la alucinación
o la visión interna. Todo se articula alrededor de esta oposición,
con unos pocos individuos que constituyen el único nexo entre un presente
fragmentado y brutal y los valores espirituales de una cultura universal, al igual
que un pasado olvidado hace ya mucho tiempo. A Tarkovsky no se lo puede encuadrar
en categorías preexistentes, es totalmente original. Algunos críticos
consideran sus películas como un modelo mitológico, en el cual el
héroe emprende el viaje al Otro Mundo. El mito tiene 4 componentes:
1. el viaje en sí mismo 2. el objetivo, salvar al mundo equivale
a la inmortalidad 3. los contactos del héroe con el Otro Mundo que
rige la vida y la muerte 4. la ofrenda de sacrificio y catarsis como un camino
de salvación. En este contexto, cada una de sus películas
representaría un estadio en el camino heroico, en una progresión
que culminaría finalmente en El Sacrificio. Voy a hacer una referencia
a otras películas en relación con los cuatro componentes mencionados,
pero sólo someramente, el viaje predomina en las primeras: La Infancia
de Iván y Andrei Rubliev. Las películas intermedias como Solaris
y Stalker se centran en el contacto con fuerzas no humanas o ultramundanas. El
tema de sacrificio aparece en Nostalgia y en El Sacrificio. De esta forma, la
obra completa tiene un patrón interno que se desarrolla del principio al
fin. Con respecto a El Espejo, hay un crítico ruso, Salynsky, que dice
que el motivo del sacrificio se rompe en la composición en espiral de la
película, y se encarna en el fuego, notando cada vez la transición
de héroes en un nuevo estado moral. Sin embargo, El Espejo se adecua más
fácilmente en esta estructura si uno ve en ella como "fuerzas ultramundanas"
o mejor dicho "no personales conscientes" al Stalinismo, el Nazismo y el Maoísmo,
que "embrujan" a la manera de las fuerzas sobrenaturales, la infancia y juventud
del héroe. Esto desde una perspectiva junguiana sería perfectamente
coherente. Se manifiesta en todas las películas una búsqueda
que puede ser real o imaginaria, física o espiritual. En todas, menos en
la primera (La Infancia de Iván), hay un viaje espiritual. La tragedia
de Iván es que muere sin tiempo para cambiar o transformarse. Alexei, en
El Espejo hace un pasaje a través del tiempo y la memoria, y Alexander
en El Sacrificio, termina físicamente en sus idas y venidas frente a la
casa ardiendo y su traslado al asilo. Así, el viaje involucra un tiempo
y espacio real tanto como un pasaje a través de la memoria, la alucinación
y los sueños. El "mal", que el héroe encuentra
puede ser externo y concreto, especialmente en las primeras películas:
los nazis en La Infancia de Iván, las fuerzas brutales de la opresión
y la barbarie tanto rusas como tártaras en Andrei Rubliev. Pero a medida
que avanzamos en sus films, el mal va dejando de ser concreto o personificado
por individuos, es más difuso, la permanente ausencia de fe y espiritualidad
en un mundo regido y potencialmente destruido por la razón, la ciencia
y la tecnología, (así ocurre en Solaris y las tres últimas
películas), constituyen el mal. El héroe es siempre un hombre
o un niño que busca una comprensión de sí mismo en una realidad
social más amplia y metafísica. Su viaje nunca es solamente individual.
Hay redención por y para otros. Tarkovsky restaura la fe del héroe
en el caso de Andrei Rubliev y las transformaciones son evidentes en Solaris y
Stalker, pero internas. Para él, el arte no puede existir sin fe religiosa
o una creencia en algo más alto. Es recién en Stalker que surge
la "fe" como algo explícito, y surge insistentemente, convirtiéndose
en el tema de las siguientes películas. Por lo que vimos, es obvio
que Tarkovsky concibe más de un tiempo. Hay tiempos internos marcados por
los recuerdos y los sueños. En Stalker, se llega al máximo cuando
se usa el espacio como tiempo y se lleva al límite. Allí también
se destaca la independencia de La Zona, ese lugar que sólo el stalker puede
recorrer llevando visitantes, una región que cambia permanentemente, que
conoce los pensamientos y los miedos, los deseos más profundos de aquellos
que la visitan. Por eso, la Zona es peligrosa y puede ocasionar la muerte como
traer la iluminación. Esto ya había pasado en menor medida en Solaris.
En Stalker, el tiempo y el espacio colapsan en un eterno presente. El tiempo existe
sólo en tanto es co-extensivo con el espacio que atraviesan los personajes.
Tanto en Stalker como en Nostalgia tenemos paisaje onírico, que es indicio
de un tiempo interno. En El Sacrificio, el tiempo y el espacio fueron anulados
cuando el voto de Alexander es respondido por Dios, y se instauran eventos nuevos
a un nivel global. Tanto la Unión Soviética
como Occidente tomaron El Sacrificio como el testamento final de Tarkovsky. Occidente
consideró que las presiones permanentes, el no poder ver a su hijo y su
nostalgia por Rusia fueron la causa de su enfermedad. El Sacrificio no fue una
película bien comprendida. Algunos la tildaron de pretenciosa, pero reconocieron
su belleza visual y poder emotivo. Un comentarista especializado, Philip Strick,
decía que "en el universo alucinatorio de Tarkovsky, la catástrofe
podría ser tanto privada como global, o ambas, pero que no había
razón para ignorar lo esencial, que la textura de la existencia misma estaba
dada por Dios." La película puede ser algo confusa en sus diálogos,
pero alcanza conclusiones movilizantes basadas en el amor, la esperanza y la fe
en Dios, y el mensaje de que eso es lo único que puede rescatar a la humanidad
de su caída hacia la autodestrucción. Intenta recuperar el espíritu
de respeto por lo natural, y la reverencia y armonía en el mundo, así,
de esa forma, recupera la vida. Las imágenes finales son la afirmación
del potencial humano cuando está inspirado por el amor y la fe, encarnado
en la música de Bach y el árbol seco que el Hombrecito amorosamente
riega para volverlo a la vida, con la misma fe de aquél monje japonés
que subió durante tres años esa colina con un balde lleno de agua.
El desplazamiento de la cámara hacia el mar de fondo, da a las ramas una
luz que lleva a pensar que la vida está floreciendo en ese momento.
Símbolos e imágenes Todos los críticos
comentan la recurrencia a ciertas imágenes en sus películas: agua,
fuego, tierra, árboles, perros, caballos, leche, espejos, iconos, cantos
de pájaros, etc. Existe toda una red de símbolos. Muy posiblemente,
muchos de ellos hayan sido utilizados inconscientemente. Aunque él sostiene
que esas imágenes no contienen ningún significado más allá
de sí mismos, y que es inútil buscarlo, obviamente lo tienen. La
asociación con los elementos de la naturaleza rescata su postura de reverencia
hacia la tierra y se enlaza con la vieja tradición filosófico-religiosa
de la sofiología. Uno de los filósofos más importantes de
esta corriente es Nikolai Berdiaev. No está desprovista de una relación
con el mito, el folklore, la religión, la literatura y el arte en general.
Aunque diga esto, en el capítulo sobre El Sacrificio, que agregó
a su libro poco antes de su muerte, es más honesto al admitir que
el árbol es un símbolo de fe (al menos en esa película).
También reconoce una asociación entre los caballos y la vida.
Las imágenes pueden tener diferentes significados en diferentes contextos.
Algunos, como los árboles, el agua y el fuego están abiertos a simbolismos
universales, lo que incluye la interpretación desde otras culturas, pero
ciertos símbolos como la oveja o el pez encierran sobre todo un simbolismo
cristiano. El Mundo Natural Los cuatro elementos:
El agua Tanto su sonido como su imagen es el más persistente
de sus recursos. Está en todas sus películas bajo la forma de manantiales,
pozos de aguas, ríos, océanos, pantanos, lluvia y nieve también
(que caen tanto fuera como dentro de las habitaciones y edificios). Habitaciones
inundadas, canillas que gotean, jarras y vasos llenos de agua o derramada. Una
forma secundaria es la niebla, nubes y barro. El agua que corre dejando
ver plantas y algas bajo ella tiene connotación especial. Muchas veces
es puramente naturalística, otras veces es usada para crear un aura de
ensoñación alrededor de ciertas escenas, personajes o acontecimientos.
Otras, tienen resonancia mítica o arquetípica. La lluvia en sus
películas aparece y desaparece en forma repentina. Es utilizada como puente
para pasar de una escena a otra. Cuando aparece mezclada con tierra parece aludir
a lo creativo, al barro o arcilla primordial. La lluvia muchas veces simboliza
purificación. Gastón Bachelard escribió sobre el rol profundamente
maternal y femenino del agua, y ese matiz se hace presente en películas
como Solaris y El Espejo (en este último, la madre aparece siempre mojada).
A esto agrega Tarkovsky, que había leído a Bachelard, que al simbolismo
materno hay que agregar otro, porque en la vida de todo hombre aparece una segunda
mujer, la esposa o la amante, y que ambos simbolismos deben unirse y entrelazarse.
Aquí, tal vez, esté uno de los motivos por los cuales, Tarkovsky
tiene una visión tan personal de la mujer y su rol. En sus primeras
películas el agua tiene un significado positivo, asociado con la infancia,
la madre, lo nutricio, también con la belleza de la naturaleza y la purificación.
Es agua "viva". El agua "estancada" o "muerta", aparece sobre todo en sus tres
últimas películas, y se asocia con la decadencia, el rechazo, la
contaminación (sin embargo hay imágenes en La Infancia de Iván
en las que el agua estancada es un símbolo del estancamiento que produce
la ceguera espiritual). En Stalker, es clara la asociación de la desintegración
del ser humano, los protagonistas deben atravesar aguas estancadas para lograr
su objetivo. La lluvia que cae cuando están los tres reunidos en la habitación
contigua a la habitación donde se cumplen los deseos, en La Zona, no estaría
indicando una barrera sino una manera de aceptación de su propia debilidad
y naturaleza limitada al saber de los peligros que conlleva entrar a esa habitación.
La lluvia llega después de que hablan del tema. En Nostalgia,
también se asocia con decadencia y ruina, y como agua que corre alude a
recuerdos o sueños. Para alcanzar el objetivo siempre atraviesan agua.
En El Sacrificio, se la encuentra como océano y tierra inundada. Como océano
tiene connotación materna y de nacimiento, agregaría aquí
que también de "libertad", concretamente de elección. Eso se confirma
en la última escena, donde alude también a los ciclos de la naturaleza
que ni siquiera el hombre puede destruir totalmente. No hay una explicación
racional para la imagen de la tierra inundada alrededor de la casa que puede verse
en la escena final, a menos que consideremos que tanto la casa como su familia
(con excepción del Hombrecito) no representaban para él más
que una realidad estancada y sin posibilidades de cambio en este caso en particular,
tal vez por eso, Alexander incendia la casa. O entre Alexander y María
(según varios de sus críticos). Esa escena es considerada una de
las posibles para el inicio del "sueño" de Alexander. Pero, agregaríamos
lo siguiente, en ese contexto, si lo relacionamos con el sueño, debemos
recordar el matiz creativo del barro o tierra mojada, en tanto virtual fuente
de nuevas opciones. Además, estando María presente, se agrega el
simbolismo de la transformación. Es la imagen de la Sabiduría/Sofía
o aspecto creativo de Dios. Es el impulso. Los charcos de agua aparecen
en la escena de la casa ardiendo, y tal vez representan el anhelo de renacimiento
espiritual que surge al mismo tiempo que el fuego destruye y purifica su existencia
previa. Es como un matrimonio entre el agua y el fuego. El fuego
También tiene connotaciones positivas y negativas (destrucción
y purificación). Asociado con lo doméstico, la estufa para los rusos,
la religión (en la forma de sacrificio), la fuerza incontrolable de la
naturaleza, y el sexo. En todos los casos ejerce una fascinación hipnótica.
Tarkovsky destaca como en Andrei Rubliev que el fuego es utilizado para la destrucción
y para rituales paganos, pero también para la construcción de la
campana. Quemar es una purificación espiritual, involucra especialmente
a tres personajes de sus películas: a Kris, en Solaris, cuando envía
a Hari (su esposa muerta que reaparece en forma recurrente como si estuviera viva)
en una nave fuera de la estación espacial, sus ropas se encienden. Este
es el comienzo de una lenta toma de conciencia en él. Cuando Hari regresa
él la recibe con otra actitud. En Nostalgia, Domenico se quema
a sí mismo en un intento vano de advertir a otros de la decadencia moral
y espiritual de la sociedad. Alexander, en El Sacrificio, quema su casa y posesiones
en cumplimiento de un voto a Dios. Agregaría aquí, que también
podría ser una forma de quemar todas las casas de Tarkovsky, en esta última
y que posiblemente él ya sabía que lo sería. El
Aire Como cielo aparece poco. Tarkovsky tiende a la horizontalidad,
salvo en El Sacrificio, en la escena final. Reconoce que el cielo no tiene un
significado simbólico para él y que está más interesado
en la tierra. En "mi tierra" como dice él. Cuando aparece el trueno es
para indicar algún portento y es en El Sacrificio en donde también
se lo escucha. El viento tiene asociación con la imaginación y lo
espiritual, juega un rol más importante. Aparece repentinamente.
La Tierra Es tierra viviente, siempre tiene connotaciones positivas.
Sus personajes se muestran atraídos por la tierra, y en momentos cruciales
se los ve recostados sobre ella, en estrecho contacto. Por ejemplo: el stalker;
Kris, que lleva consigo una caja con tierra a la estación espacial. Andrei,
en Nostalgia, se sienta en la tierra; el "Hombrecito" en El Sacrificio se recuesta
de espaldas a la tierra. Esa última imagen reúne: tierra, agua,
océano, cielo y árbol. Al principio de la película el mismo
Alexander se sienta sobre la tierra para discurrir filosóficamente. Ocurre
también en Andrei Rubliev. El Paisaje y sus habitantes
En Solaris, El Espejo y Stalker, aparece vegetación en abundancia:
algas, plantas, pasto, arbustos, árboles. La Zona es un oasis de verdor,
peligroso pero "vivo" en medio de un mundo poluído y árido, casi
desprovisto de vegetación. En El Sacrificio, los sueños de Alexander
revelan un paisaje postapocalíptico, de vidrio, concreto y basura, inanimado.
Si indicamos que el agua es el primer y más abundante elemento en Tarkovsky,
los árboles le siguen. Por un lado, cumplen la función de ambientación
natural, pero en realidad son parte de un lenguaje que tienen asociaciones universales
y personales que varían de una película a la otra. En su primera
película, la primera imagen es de un árbol y también es un
árbol lo que aparece en la última imagen de su última película.
En un simbolismo personal, para Tarkovsky el árbol simboliza la vida y
la muerte. Nos preguntamos si esto fue consciente. En La Infancia de
Ivan, el árbol actúa como puente entre el cielo y la tierra, también
es símbolo de poder y permanencia. Los árboles que se utilizaban
para construir las casas o "dachas" eran siempre hayas. En las películas
que siguieron a Andrei Rubliev, el árbol adquirió connotaciones
más positivas y actuó en diferentes niveles: realista, emocional
y simbólico. En Stalker, sólo se los ve en la Zona, que preservó
la belleza del pasado, donde los milagros todavía pueden suceder, y el
renacimiento espiritual era posible. Quisiéramos destacar aquí,
que La Zona es para el Stalker casi una amante, él se abraza a la tierra
y le susurra, durmiéndose finalmente sobre ella. Cuando habla de La Zona
deja traslucir su sufrimiento interno. Le teme porque conoce su peligrosidad,
pero la ama porque le da sentido a su vida. En momentos decisivos, los personajes
de Tarkovsky aparecen a lado de árboles. Alexander está al lado
de uno cuando su hijo le cae encima y tiene su primer visión. La primera
y última escena incluyen al árbol. En esta película, el árbol
tiene un simbolismo más abierto que en otras. La película comienza
con una escena del árbol de la vida en la Adoración de los Magos
de Leonardo, luego se reflejan en el cristal árboles verdaderos y cubren
la pintura. El árbol muerto que el "Hombrecito" riega "vuelve a la vida"
(la película comienza con una imagen del árbol de la vida).
Desde el árbol de La Infancia de Iván hasta el árbol
de El Sacrificio, Tarkovsky fue regando su propio árbol interno.
Los Animales Hay dos animales principales en Tarkovsky: perros
y caballos. Los perros están en todas sus películas menos en la
primera. Los caballos aparecen por razones realistas y obvias en Andrei Rubliev,
pero también en la Infancia de Ivan, Solaris y Nostalgia, y para El Sacrificio
había una toma que finalmente no se incluyó. El perro lo
asocia a la lealtad, lo podemos ver en Stalker y en Nostalgia. Los caballos, además
de vida, tienen en algunos contextos un simbolismo sexual pero no en todos. Cuando
el caballo corre libre, es para Tarkovsky una imagen de la belleza, la gracia,
la fuerza, aunque no parece para él un animal tan importante como el perro.
Los perros a veces son utilizados para mostrar la naturaleza de la realidad. Perros
que luchan por un trozo de carne, muriendo de hambre, torturados o muertos a golpes.
Reflejan la brutalidad de la sociedad humana. Pero también los utiliza
como sinónimo de fidelidad, familia, infancia. En Stalker y Nostalgia,
utiliza un pastor alemán, el mismo tipo de perro que él adquirió
cuando comenzó a filmar Stalker. Algunos críticos dicen que el perro
negro que aparece en la Zona, es una imagen de Cerbero, el guardián del
Submundo, pero no parece custodiar nada, sino que se une a los tres hombres, y
finalmente abandona la Zona junto al stalker para comenzar una nueva vida junto
a él. El ladrido a menudo indica un pasaje entre la realidad, sueño
y memoria y entre pasado y presente. Los Alimentos Aparecen
bajo la forma de leche, pan, fruta, huevos y papas. Las hermana de Tarkovsky,
Marina, decía que cuando eran chicos esos alimentos solían faltar
de su mesa a causa de la guerra. La leche aparece una y otra vez, y no siempre
en contextos obvios o naturales. Generalmente se derrama. Se puede citar la jarra
de leche que se cae de un estante y se rompe en el piso. Aparece al menos en cinco
de sus películas. La leche es un símbolo universal de maternidad,
identificada con la niñez y lo nutricio, pero Tarkovsky parece haber creado
su propio universo de significados. Hay varias interpretaciones de críticos,
una de ellas dice que es un sustituto de la sangre, que en Nostalgia representa
gratitud (por el rescate) y traición. Eva Schmidt cree que en El Sacrificio
tiene una connotación sexual, indicando la infidelidad de Adelaida, pero
acá habría que establecer tal vez la relación entre la leche/líquido
seminal. Tal vez podríamos decir que la función que tiene en esta
película es la de indicar un punto de inflexión. Nada es igual después
del derramamiento de la jarra de leche. El Cuerpo Humano
Caídas Alexander tiene tres caídas en El Sacrificio:
1. Cuando el "Hombrecito" le cae encima y tiene su primera visión.
2. Cuando va en bicicleta a ver a María 3. Cuando se prepara para quemar
la casa Todos son momentos claves en su crisis interna. Adelaida cae
de rodillas y puede interpretarse tal vez como un reconocimiento de la parte de
responsabilidad que le cabe. La caída de Otto es otra cosa, ya dijimos
que él no parece pertenecer a este plano de realidad. Levitación
Escenas de vuelo y levitación son comunes en sus películas,
indican trascendencia espiritual con respecto a lo terrenal. La levitación
de una pareja como en Solaris o en El Sacrificio es una imagen crucial en el cine
de Tarkovsky. Espejos Tal vez es de las más emblemáticas
imágenes. Los utiliza para indicar soledad, problemas de identidad, toma
de conciencia, vacuidad, pero también tienen un simbolismo propio en cada
película. A veces aparecen como símbolo de falta de comunicación
entre personajes o cuando un personaje toma conciencia de su identidad. En El
Sacrificio, Alexander es visto reflejado tanto en un espejo (el pequeño
que está al lado del equipo de audio) o en el cristal de la pintura de
Leonardo, en un patrón que parecería seguir estados de autodescubrimiento.
A veces Tarkovsky los usa para reflejar el alma de una persona.
A modo de conclusión Tal vez “conclusión”
no sea el término adecuado, da la idea de algo que finaliza, que se termina
o agota. La obra de Tarkovsky no desapareció con él, abre caminos
internos en todo aquél que está dispuesto a entregarse a lo que
ofrece, invita a la reflexión. Lejos de ser un cine centrado en el director
y sus necesidades, lo que refleja es el universo multifacético de ese director.
Claro que hay mucho de autobiográfico, y se le ha adjudicado un matiz egocéntrico,
o acaso pensamos que no existe ese matiz en Bergman o en otros grandes maestros,
por ejemplo. A nuestro criterio, Tarkovsky alcanzó el punto más
alto en su obra con su última película, El Sacrificio, la cual dedica
a su hijo con un mensaje de esperanza. Él sabía de su enfermedad
y del poco tiempo del que disponía cuando la estaba filmando. El Sacrificio
representa, además de la culminación de su obra, la de su vida misma.
Los conflictos evidentes en sus películas anteriores se resuelven en esta
última. Podríamos decir que cerró conscientemente el ciclo
de su vida, en donde la entrega de sí mismo es Offret (Ofrenda), que es
el título original de la película y cuyo significado último
es diferente a “Sacrificio”. Para este trabajo mis fuentes
principales fueron las mismas películas de Tarkovsky, a ellas agregué
la siguiente bibliografía: Sculpting in Time, del mismo Andrei
Tarkovsky, The films of Andrei Tarkovsky, A visual fugue de Vida T. Johnson
and Graham Petrie, Andrei Tarkovsky, Collected Screenplays, traducido por
William Powell y Natasha Synessios Andrei Tarkovski: El ícono y la
pantalla de Pablo Capanna. Fue incluido material adicional correspondiente
a simbología, sofiología, iconología y psicología.
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